La globalización
es un proceso mediante el que las culturas intercambian costumbres, pero como
ocurre en muchos casos, hay gente que está a favor o que está en contra.
Este proceso
tiene cosas buenas, pues aprendemos de otras culturas, y las otras aprenden de
la nuestra. Pero, también tengo que decir que tiene cosas no tan buenas, que es
por ejemplo, el tema que el autor trata en este texto.
España, es
un país que, como otro cualquiera tiene sus costumbres y tradiciones, un ejemplo
de esas costumbres es la fiesta de todos los santos. Su importancia es notable,
pues es fiesta nacional. No solo España celebra esta fiesta, en Brasil, Chile,
México y otros muchos países también. La forma en la que se celebra esta
festividad en estos países es parecida, los familiares, se acercan al
cementerio, y allí se reúnen con los difuntos, bien cenando alrededor de la
tumba o poniendo ramos de flores en la misma.
Pero esta
costumbre, en algunos lugares de España al menos, la practican menos personas y
lo que parece que hay que hacer en esta festividad es vestirnos con disfraces,
y dejar que nuestros hijos vayan de casa en casa diciendo: “trato o truco”,
esperando chuches o una cantidad de dinero. Esta costumbre la hemos imitado de
los estadounidenses, que a ellos les llegó por medio de los celtas.
Y es que este
proceso es casi inevitable, y nos guste o no, los culpables de estos cambios somos
nosotros mimos, que nos quedamos fascinados, y queremos imitar y llevar a nuestros
países esas costumbres que, sin darnos cuenta, van sustituyendo a las
tradiciones que desde antaño se celebraban, este proceso y estas costumbres extranjeras,
se están introduciendo en nuestro país con pasos agigantados.
La manera
de solucionar esto sería hacer como hizo un camarero en un bar de Donostia, más
concretamente en Riveras de Loiola, donde unos niños disfrazados entraron al
bar y sorprendieron al camarero con la pregunta: “truco o trato”, este no
reaccionó de otra manera que diciendo a los niños algo parecido a “ni truco o
trato, ni nada, eso no es una costumbre de aquí”. Con esto defendemos las
costumbres propias de nuestro país, donde hace unos años era un día de luto
para recordar a nuestros seres queridos que ya no están entre nosotros, hoy se
está convirtiendo en un día en el que recoger caramelos y disfrazarse para
pasar una noche divertida.
En definitiva,
las tradiciones son muchas y variadas, aunque se encontrar similitudes entre
ellas. Aún y todo, deberíamos mantener nuestras tradiciones porque son parte de
nuestra cultura.
Joseba
Iraeta.
2ºA
Bach.